A pesar de los murmullos de la gente, Alejandro toleró las respuestas de Diógenes y le respondió: "Pídeme lo que quieras". "El Perro”, sin inmutarse, replicó: " Quítate de donde estás que me tapas el ...
Este fresco, escondido bajo capas de pintura, no sólo nos acerca a la figura real del emperador, sino que también nos ofrece una ventana única a los últimos días del Imperio Bizantino.